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La PAH participa en el V Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Roma

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  • Publicación de la entrada:26/10/2025
  • Categoría de la entrada:Comunicados

“Solo la unión de los pueblos del mundo puede hacer frente al capitalismo.”

Del 21 al 26 de octubre, en Roma (Italia), se celebró el V Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP), una cita que reunió a más de 90 organizaciones de los cinco continentes para compartir experiencias y construir propuestas colectivas en torno a las tres T: Tierra, Techo y Trabajo.

Este espacio fue impulsado en 2014 por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, con el apoyo del Papa Francisco, para tejer alianzas entre los pueblos y movimientos tanto religiosos como laicos que luchan contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad y el despojo.

En esta edición, La PAH participó en la mesa de trabajo de “Techo”, junto a viejos compañeros y compañeras de lucha como el MTST (Brasil) y la UTEP (Argentina). En ese espacio se debatieron las realidades que atraviesan a las comunidades en materia de vivienda en diferentes regiones del mundo: desde la informalidad y el endeudamiento externo que empobrecen a los pueblos del Sur Global, hasta la especulación inmobiliaria, el desplazamiento y la violencia urbana que afectan cada vez más a las clases trabajadoras y populares en todo el planeta.

El trabajo de la comisión culminó con un documento común que recoge un diagnóstico compartido, los principales desafíos y las esperanzas colectivas que emergen desde abajo, para ser presentadas al Papa Francisco y al público internacional.

Problemáticas

  • Existe una crisis estructural de la vivienda que afecta a casi la mitad de la humanidad, directamente vinculada a la precariedad del trabajo y la falta de acceso a la tierra.
  • Las desigualdades sociales, raciales y de género profundizan las violaciones al derecho a la vivienda, golpeando de manera diferenciada a mujeres, migrantes, población negra, pueblos indígenas y habitantes del Sur Global.
  • En los últimos años se ha intensificado la financierización y mercantilización de la vivienda, impulsada por los fondos de inversión, las plataformas digitales y la especulación.
  • Aun en contextos donde el derecho a la vivienda está reconocido y existen políticas sociales, los recursos públicos son insuficientes para hacer frente a la crisis.
  • La vivienda también se ve atravesada por riesgos socioambientales, incendios y desastres derivados de la precariedad de los servicios públicos y la inequidad territorial.

Desafíos y propuestas

  • Defender el derecho a la vivienda y la función social de la tierra, combatiendo los desahucios, la vivienda vacía, el endeudamiento y la criminalización de los movimientos populares.
  • Exigir una reforma urbana integral y el fortalecimiento de una economía popular y solidaria ligada a la vivienda y la ciudad: vivienda para las personas, no para el lucro.
  • Promover cooperativas, ocupaciones, recuperación popular de viviendas vacías, trabajo comunitario y desobediencia civil como herramientas legítimas de lucha.
  • Reorientar los presupuestos públicos hacia la vivienda popular, fomentar la asesoría técnica comunitaria y garantizar que las casas vacías sean para el pueblo sin casa.
  • Exigir una reparación histórica a los pueblos explotados, incluyendo la revisión de las deudas externas que ahogan tanto a los países como a las familias.
  • Regular el mercado del alquiler, limitar la actuación de fondos y grandes propietarios y fortalecer las formas de planeamiento participativo y las tecnologías populares.
  • Practicar y ampliar la solidaridad internacional con los pueblos oprimidos por el imperialismo y el colonialismo, reafirmando nuestro compromiso con causas como la de Palestina Libre.

Esperanzas

A pesar del avance del capital financiero, los movimientos populares seguimos demostrando que otro modelo de ciudad y de vida es posible. Las experiencias de autogestión, cooperativas, urbanización popular y redes de solidaridad son prueba de que la transformación ya está en marcha desde abajo.

Desde La PAH, reafirmamos nuestro compromiso de tejer alianzas internacionales frente a los fondos y especuladores que actúan globalmente. Creemos que este encuentro es un paso más en la construcción de una lucha global por el derecho al Techo, inseparable del derecho al Trabajo y a la Tierra.

En España, la vivienda se ha convertido en el principal factor de precarización de la clase trabajadora. Muchas familias, incluso con empleo estable, son expulsadas de sus hogares o viven bajo la amenaza constante de perderlos. La tierra —entendida no solo como territorio físico, sino como espacio de vida, cuidado y comunidad— es hoy acaparada por una economía vampírica que especula con lo que debería ser un derecho.

Por eso reivindicamos las tres T como horizonte de justicia global. Porque sin tierra, sin trabajo y sin techo, no hay vida digna.