El Parlamento de Catalunya respalda la dación en pago retroactiva

El Parlamento de Catalunya aprueba hoy miércoles 18 de julio una propuesta de ley “de medidas contra el sobreendeudamiento personal y familiar y de protección ante los procedimientos de ejecución hipotecaria de la vivienda habitual”

La nueva norma -impulsada por ICV, ERC y C’s, pero consensuada con el resto de grupos- representa un primer paso para regular la dación en pago retroactiva, además de recoger varias de las demandas principales de la PAH (en materia de tasaciones, intereses abusivos, alquiler social, fiscalidad de la dación, entre otros). Si bien no regula la dación en pago retroactiva de forma directa, sí lo hace de forma indirecta a través de un procedimiento extrajudicial primero y concursal después.

Ante este anuncio, desde la PAH hacemos las siguientes consideraciones:

1. Valoramos como una pequeña victoria más del movimiento el lograr que el Parlamento catalán como institución, con el consenso de todos los partidos políticos, apoye las demandas de las personas afectadas. Han tenido que pasar 4 años, pero más vale tarde que nunca! Aun nos acordamos de cuando (hasta hace muy poco) CiU, PP y PSOE nos decían que la dación en pago era imposible y aun menos la retroactividad… Miles de personas permanentemente movilizadas a través de las más de 60 PAH’s del estado y otros colectivos afines como el movimiento vecinal y las asambleas 15M, paralizando centenares de desahucios, negociando centenares de daciones… les han abierto los ojos. Y es que siempre lo hemos dicho: por mucho poder que tenga la banca, nosotros somos mayoría y tendrán que escucharnos.
2. Sin embargo, alertamos de que esto sólo significa un paso más. Lo que hace el Parlamento catalán no es aprobar la dación en pago ni paralizar los desalojos, sino que insta al Congreso de los Diputados para que lo haga, ya que es el organismo competente. La ley tendrá que pasar por el filtro del Congreso porque comporta cambios en la normativa de enjuiciamiento civil, en la ley concursal, y en otras normas de rango estatal.
3. Probablemente, atendiendo a los ritmos habituales de estas instituciones, al Congreso de los diputados llegará antes la ILP impulsada por la PAH y otras entidades sociales que la propuesta del Parlamento catalán. Exigimos que todas las fuerzas políticas con representación en la institución catalana que hoy votan a favor de estas medidas, cuando a partir de noviembre llegue nuestra ILP al Congreso voten coherentemente. Si no lo hacen, perderán la poca legitimidad que les queda y deberán atenerse a las consecuencias.
4. En cualquier caso, tanto al Parlamento catalán, como al Congreso, como –sobretodo- al Gobierno, les advertimos: la situación de la población ha superado el límite de lo soportable. Las cientos de miles de personas afectadas por desalojos y deudas hipotecarias ilegítimas no pueden esperar a un trámite parlamentario que se eternice en el Congreso. No resulta aceptable que el Gobierno esté recortando derechos fundamentales y prestaciones básicas cada semana a golpe de Decreto-Ley, y en cambio la solución para las personas afectadas por la estafa hipotecaria y la mercantilización de la vivienda no llegue nunca, o tarde años en hacerlo. Por ello, exigimos que más allá de los trámites parlamentarios de las distintas proposiciones de ley, por decreto se apruebe una moratoria inmediata de los desalojos de viviendas habituales. Especialmente en el caso de las entidades intervenidas con el dinero público que nos recortan en sanidad o educación (como es el caso de Bankia) resulta inaceptable que la población no esté recibiendo ninguna contrapartida. Las entidades responsables de la crisis, hoy rescatadas con nuestro dinero, deben paralizar inmediatamente las ejecuciones hipotecarias y los desalojos de viviendas habituales, así como restituir el parque de viviendas vacías que acumulan para que éste sea accesible a la población que lo necesite en régimen de alquiler social o de cooperativas de cesión de uso.

Si no lo hacen ellos, lo haremos nosotr@s. El plan de rescate ciudadano está en marcha y no tiene vuelta atrás.