Esta propuesta de ley tiene el apoyo de cientos de colectivos y movimientos sociales, de más de 100 Ayuntamientos distintos, de grupos de 14 Parlamentos Autonómicos, de varios eurogrupos del Parlamento Europeo e incluso de la propia relatora de vivienda de la ONU, que publico un artículo a favor de la Ley Vivienda PAH describiéndola como un ejemplo internacional en materia de vivienda. De hecho, existe una mayoría de grupos parlamentarios en el Congreso que apoyan la tramitación de la ley, entre los que se encuentran: Podemos, PSOE, ERC, PDECat, Compromís, Bildu.
Sin embargo, el gobierno del PP tiene hasta el 16 de marzo para registrar un veto, que, si fuera apoyado por Ciudadanos, implicaría que esta ley tan necesaria ni siquiera se podría debatir. El veto significaría silenciar el apoyo social masivo que ha recibido esta ley, y todos los apoyos que gracias a la presión social se ha conseguido a todos los niveles institucionales. El veto no sólo pondría en juego nuestros hogares, sino que sería un golpe de estado criminal contra el Derecho a la Vivienda. El veto implicaría que un gobierno en minoría bloquearía que la voz de la ciudadanía pudiera llegar al Congreso, impidiendo además que se iniciará un diálogo democrático entre todas las fuerzas parlamentarias.
Frente a este estado de excepción, la PAH ha solicitado una reunión con el Ministerio de Fomento, para explicar que no existe ninguna justificación para vetar la Ley Vivienda PAH tal como nos reconoció Ana Zurita, portavoz de vivienda del PP. Que es una propuesta de ley que cumple todos los requisitos del reglamento del Congreso. Sin embargo, ni siquiera han contestado a esta solicitud de mínimos.
También se ha interpelado directamente a Ciudadanos, quienes en negociaciones mantenidas en el Congreso aseguraron que apoyarían el veto del PP y sus decisiones como gobierno, aunque fuera bloqueando todo el Congreso. Una advertencia que no ha cambiado, a pesar de que, en el Parlamento Europeo, el grupo de Ciudadanos mostró sorpresa de que Albert Rivera estuviera dispuesto a ser el cómplice de M. Rajoy bloqueando un debate democrático alrededor de la Ley Vivienda PAH.
La democracia está en juego. Nuestras casas están en juego. El futuro de nuestros hijos está en juego. Frente a esta situación, las ciudadanas decidimos salir a la calle a reivindicar nuestros derechos. Porque existen soluciones, escritas por las mismas familias afectadas. Nos desplazaremos desde distintas partes del Estado, y nos uniremos con movimientos sociales, colectivas y ciudadanas anónimas, que han demostrado sobradamente sentir esta movilización como suya y nuestras palabras de agradecimiento no caben aquí, en unas marchas para exigir que la Ley Vivienda PAH entre a debate parlamentario. Estas marchas, finalizarán frente a la sede del PP en C/Génova, donde pondremos una silla al máximo responsable de la situación: a Mariano Rajoy.
Daremos la oportunidad a Rajoy de sentarse y escuchar a las familias afectadas. Las mismas familias que el gobierno del PP asegura representar, pero cuya voz bloquean en el Congreso. Probaremos si Rajoy tiene la altura democrática que exige su cargo, si es capaz de dialogar con las familias, y dialogar con el resto de las fuerzas parlamentarias tal como la PAH hemos hecho durante el último año. Veremos si Rajoy realmente está dispuesto a defender y hacer cumplir el artículo 47 de la Constitución, que asegura que toda ciudadana tiene derecho a una vivienda digna y adecuada.
Nosotras lo tenemos muy claro. A pesar de que no lo tenemos fácil, no nos quedaremos solas y asustadas en casa. Nos encontrarán en la calle. Exigiendo nuestros Derechos. Y señalizando a aquellos que están dispuestos a desahuciar a la Democracia y secuestrar nuestro futuro en nombre de la banca y los grandes especuladores. Hace mucho tiempo que perdimos el miedo. Hace mucho que decidimos que, si el gobierno no se sienta a dialogar, nosotras nos levantamos.
¡Sí Se Puede!
#UnaSillaParaRajoy
