Por hacer un pequeño recorrido a lo largo de la historia de la vida de la PAH en Tenerife, hemos
de recordar que nació hace ya más de siete años. Años de cientos de desahucios paralizados, de
daciones en pago y alquileres sociales conseguidos, de medidas anti-desahucios aprobadas en
todas las instituciones canarias: mociones, reglamentos, protocolos, etc. Participación
ciudadana, precedentes jurídicos, apoyo mutuo y solidaridad… Más de siete años acompañando
a cientos de familias en los momentos más duros, lagrimas y alegrías compartidas… siete años
de historia.
La PAH ha sido siempre una plataforma caracterizada por su diálogo y su lucha por la defensa
del Derecho a la Vivienda para todas las personas por igual. Una de esas plataformas capaces de
sobrevivir a los efectos de la crisis, no sólo económica, sino también a la crisis de valores de
nuestros gobernantes, quienes no han querido aplicar, hasta la fecha, medidas que acaben con
los desahucios y eviten la especulación en torno a la vivienda.
Tras 25 días de acampada frente a la puerta del Cabildo de Tenerife, en protesta por lo que
entendemos ha sido el robo de nuestro trabajo voluntario de años, de nuestras aportaciones a
un proyecto que debía ser un proyecto de futuro, de atención integral a las personas y familias
que sufren desahucios frente a la desidia de las Administraciones Públicas en este drama, nos
vamos.
Tras demostrar el robo intencionado y premeditado, de nuestro trabajo y esfuerzo, con el único
fin de obtener rédito político, favorecer y financiar a Cáritas Diocesana de Tenerife, entidad
privada de la Iglesia, que sin experiencia, ni haber intervenido jamás en la intermediación ni en
la paralización de los desahucios, se apropia del trabajo realizado por la PAH Tenerife en la mesa
del Consejo Insular de Viviendas, fruto de las experiencias vividas durante casi ocho años. Y lo
hacen engañando y utilizando a nuestra compañera Inma Évora, aprovechando su función en
representación de esta plataforma en dicho Consejo y su propia vulnerabilidad, utilizándola para
poder ejecutar un proyecto que ni es suyo, ni saben emprender ni desarrollar por sí mismos,
para luego despedirla, pues hay voluntades que no se compran tan fácilmente.
Nos vamos admitiendo esta derrota porque hay que saber perder cuando el momento lo
requiere, porque a veces reconocer una derrota es la mayor victoria. Esta batalla la han ganado
el Sr. Aurelio Abreu, Vicepresidente del Cabildo Insular de Tenerife y Consejero de Cooperación
Municipal y Viviendas, la Sra, Marta Arocha, Directora Insular, a dedo, de Viviendas del Cabildo
de Tenerife, que no tienen competencias en materia de viviendas, y Cáritas Diocesana de
Tenerife, con la complicidad y el silencio de quienes acompañan a la corruptela, el trato de favor,
la financiación pública preferente a entes privados y la compra de voluntades, quedando
demostrado, gracias a quienes no se callan, que tenemos razón. ¡Nos sobran las razones!
El Sr. Abreu ha hecho caso omiso de todas las peticiones hechas por esta plataforma, no sólo
tras el despido de Inma Evora, sino mucho antes. Sólo le preocupaban sus portadas de prensa
junto a Cáritas y que no llegara nadie a afearle la foto. Los grupos políticos de la corporación
insular han sabido mantener el silencio y mirar para otro lado, obviando la presencia de siete
casetas de campaña frente a su puerta, sin preguntarse qué pasaba.
La falta de transparencia del Cabildo ha caracterizado estos veinticinco días de acampada, no
hemos obtenido más que evasivas y, por supuesto, ni una respuesta a nuestras peticiones, ni a
nosotras, ni a la ciudadanía que se ha dirigido, mediante registros de entrada, al Sr. Consejero y
a la corporación.
Negativas a la convocatoria del Consejo Insular, a la justificación de sus actuaciones como cargos
públicos electos, impedimentos para la convocatoria de un órgano colegiado a sus propios
miembros… Todo esto son prácticas opacas que incumplen la Ley de Transparencia y dan la
impresión de tener algo esconder, ¿prevaricación?, ¿malversación de dinero público por parte
de algunas entidades a las que se financia, quizás? Prácticas que dejan entrever un
funcionamiento muy alejado del modelo que la ciudadanía reclama a nuestros políticos.
Esto no acaba aquí, es ahora cuando empieza la verdadera batalla, y ningún silencio cómplice lo
va a impedir, porque somos muchos y queremos respuestas.
No más gente sin casa, ni más casas sin gente.