“Solo la unión de los pueblos del mundo puede hacer frente al capitalismo.”
Del 21 al 26 de octubre, en Roma (Italia), se celebró el V Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP), una cita que reunió a más de 90 organizaciones de los cinco continentes para compartir experiencias y construir propuestas colectivas en torno a las tres T: Tierra, Techo y Trabajo.
Este espacio fue impulsado en 2014 por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, con el apoyo del Papa Francisco, para tejer alianzas entre los pueblos y movimientos, tanto religiosos como laicos, que luchan contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad y el despojo.
En esta edición, La PAH participó en la mesa de trabajo de “Techo”, junto a viejos compañeros y compañeras de lucha como el MTST (Brasil) y la UTEP (Argentina). En ese espacio se debatieron las realidades que atraviesan a las comunidades en materia de vivienda en diferentes regiones del mundo: desde la informalidad y el endeudamiento externo que empobrecen a los pueblos del Sur Global, hasta la especulación inmobiliaria, el desplazamiento y la violencia urbana que afectan cada vez más a las clases trabajadoras y populares en todo el planeta.
El trabajo de la comisión culminó con un documento común que recoge un diagnóstico compartido, los principales desafíos y las esperanzas colectivas que emergen desde abajo, para ser presentadas al Papa Leo y al público internacional.

Problemáticas
- Existe una crisis estructural de la vivienda que afecta a casi la mitad de la humanidad, directamente vinculada a la precariedad del trabajo y la falta de acceso a la tierra.
- Las desigualdades sociales, raciales y de género profundizan las violaciones al derecho a la vivienda, golpeando de manera diferenciada a mujeres, migrantes, población negra, pueblos indígenas y habitantes del Sur Global.
- En los últimos años se ha intensificado la financiarización y mercantilización de la vivienda, impulsada por los fondos de inversión, las plataformas digitales y la especulación.
- Aun en contextos donde el derecho a la vivienda está reconocido y existen políticas sociales, los recursos públicos son insuficientes para hacer frente a la crisis.
- La vivienda también se ve atravesada por riesgos socioambientales, incendios y desastres derivados de la precariedad de los servicios públicos y la inequidad territorial.
Desafíos y propuestas
- Defender el derecho a la vivienda y la función social de la tierra, combatiendo los desahucios, la vivienda vacía, el endeudamiento y la criminalización de los movimientos populares.
- Exigir una reforma urbana integral y el fortalecimiento de una economía popular y solidaria ligada a la vivienda y la ciudad: vivienda para las personas, no para el lucro.
- Promover cooperativas, ocupaciones, recuperación popular de viviendas vacías, trabajo comunitario y desobediencia civil como herramientas legítimas de lucha.
- Reorientar los presupuestos públicos hacia la vivienda popular, fomentar la asesoría técnica comunitaria y garantizar que las casas vacías sean para el pueblo sin casa.
- Exigir una reparación histórica a los pueblos explotados, incluyendo la revisión de las deudas externas que ahogan tanto a los países como a las familias.
- Regular el mercado del alquiler, limitar la actuación de fondos y grandes propietarios y fortalecer las formas de planeamiento participativo y las tecnologías populares.
- Practicar y ampliar la solidaridad internacional con los pueblos oprimidos por el imperialismo y el colonialismo, reafirmando nuestro compromiso con causas como la de Palestina Libre.
Esperanzas
A pesar del avance del capital financiero, los movimientos populares seguimos demostrando que otro modelo de ciudad y de vida es posible. Las experiencias de autogestión, cooperativas, urbanización popular y redes de solidaridad son prueba de que la transformación ya está en marcha desde abajo.
Desde La PAH, reafirmamos nuestro compromiso de tejer alianzas internacionales frente a los fondos y especuladores que actúan globalmente. Creemos que este encuentro es un paso más en la construcción de una lucha global por el derecho al Techo, inseparable del derecho al Trabajo y a la Tierra.
En España, la vivienda se ha convertido en el principal factor de precarización de la clase trabajadora. Muchas familias, incluso con empleo estable, son expulsadas de sus hogares o viven bajo la amenaza constante de perderlos. La tierra —entendida no solo como territorio físico, sino como espacio de vida, cuidado y comunidad— es hoy acaparada por una economía vampírica que especula con lo que debería ser un derecho.
Por eso reivindicamos las tres T como horizonte de justicia global. Porque sin tierra, sin trabajo y sin techo, no hay vida digna.


The PAH participates in the 5th World Meeting of Popular Movements in Rome
“Only the union of the peoples of the world can stand up to capitalism.”
From 21 to 26 October, Rome (Italy) hosted the 5th World Meeting of Popular Movements (WMPM), an event that brought together more than 90 organisations from five continents to share experiences and develop collective proposals around Land, Shelter and Work (the three T’s in spanish Tierra, Techo and Trabajo).
This space was launched in 2014 by the Vatican’s Dicastery for Promoting Integral Human Development, with the support of Pope Francis, to forge alliances between peoples and movements, both religious and secular, that fight against the structural causes of poverty, inequality and dispossession.
In this edition, the PAH participated in the housing working group, alongside old comrades in the struggle such as the MTST (Brazil) and the UTEP (Argentina). The working group discussed the realities facing communities in terms of housing in different regions of the world: from informality and external debt that impoverish the peoples of the Global South, to real estate speculation, displacement and urban violence that increasingly affect the working and popular classes across the planet.
The commission’s work culminated in a joint document that brings together a shared diagnosis, the main challenges and the collective hopes that are emerging from below, to be presented to Pope Leo and internationally to the public.
Issues
- There is a structural housing crisis affecting almost half of humanity, directly linked to job insecurity and lack of access to land.
- Social, racial and gender inequalities exacerbate violations of the right to housing, disproportionately affecting women, migrants, black people, indigenous peoples and inhabitants of the Global South.
- In recent years, the financialisation and commodification of housing has intensified, driven by investment funds, digital platforms and speculation.
- Even in contexts where the right to housing is recognised and social policies exist, public resources are insufficient to address the crisis.
- Even in contexts where the right to housing is recognised and social policies exist, public resources are insufficient to address the crisis.
- Housing is also affected by socio-environmental risks, fires and disasters resulting from the precariousness of public services and territorial inequality.
Aspirations
Despite the advance of financial capital, grassroots movements continue to demonstrate that another model of city and life is possible. Experiences of elf-management, cooperatives, grassroots urbanisation and solidarity networks are proof that transformation is already underway from the bottom up.
At PAH, we reaffirm our commitment to forging international alliances against global funds and speculators. We believe that this meeting is another step forward in building a global struggle for the right to housing, which is inseparable from the right to work and land.
In Spain, housing has become the main factor contributing to the precariousness of the working class. Many families, even those with stable employment, are evicted from their homes or live under the constant threat of losing them. Land — understood not only as physical territory, but as a space for living, caring and community — is now monopolised by a vampiric economy that speculates on what should be a right.
That is why we demand the three Ts as a horizon of global justice. Because without land (Tierra), without work (Trabajo) and without shelter (Techo), there is no dignified life.
