Ni PP ni PSOE solucionarán a corto plazo la emergencia habitacional que han creado con sus políticas
Tras tocar fondo con la problemática en torno a la vivienda, La PAH exigimos más valentía para afrontar la emergencia habitacional de manera inmediata
El domingo el PP, y el lunes el PSOE, han dado a conocer sus respectivas propuestas para afrontar el grave problema de vivienda que ellos mismos han creado, ya que la situación actual es consecuencia directa de sus políticas.
Las del PP, no solo no solucionarán nada, sino que a corto plazo aumentarán la gravedad del problema, ya que lo basan todo en el modelo de ley del suelo de Aznar: todo es edificable, salvo que esté expresamente prohibido, liberalización de un mercado que ya es libérrimo, regalos fiscales a promotores, casas baratas, seguros de impago, protección antiocupación (en un país con 3,9 millones de viviendas deshabitadas lanzamos una pregunta: ¿Dónde se meten los ocupas?)… En fin, nada que no se esté aplicando ya con los resultados que conocemos sobradamente.
El PSOE, que desperdició la legislatura anterior para haber hecho una ley mucho más ambiciosa, que se permitió tumbar la ley que La PAH y otros 120 movimientos sociales y sindicales presentamos, aprobando la inútil ley actual, parece querer recobrar su origen socialdemócrata, con algunas medidas positivas como la creación de la Empresa Pública de Vivienda; el impuesto a los alquileres vacacionales, aunque resulta asombroso que esa actividad económica no esté tributando como tal todavía; el mantenimiento en propiedad pública de las viviendas que tengan esa condición. Sobre la privación de los beneficios fiscales a las SOCIMI que no promuevan alquileres asequibles, no lo entendemos; desde La PAH siempre hemos rechazado esos beneficios fiscales para todas las SOCIMIS, que están en el origen del acaparamiento de viviendas, que a su vez, son focos de especulación. Pero tiene algunas absolutamente inaceptables, como la exención total del IRPF a propietarios que alquilen con arreglo a los índices de referencia.
La limitación de compra de viviendas a extranjeros no comunitarios, llega tarde y es insuficiente. Desde La PAH entendemos que, dada la condición de bien esencial de primera necesidad para satisfacer un Derecho Fundamental, como el de acceso a la vivienda, se debería poner un límite máximo de viviendas en manos de un único propietario, sea persona física o jurídica. No es aceptable que el 8,9% del total del parque de vivienda, 1.046.188 viviendas, estén en manos de solo 27.000 propietarios, que son los que en realidad marcan la tendencia de precios injustificadamente altos.
PP y PSOE comparten la necesidad de nuevas construcciones; y es cierto, pero para que esas nuevas construcciones sirvan, en primer lugar habrá que esperar no menos de 4 ó 5 años para disponer de una parte de las que se necesitan; y entonces, habrá que ver cuál es la regulación que les afecta para poder valorar si su efectividad es social o simplemente especulativa, como siempre.
Desde La PAH, para afrontar la emergencia habitacional en el momento presente, exigimos en primer lugar, una regulación estricta de los precios de alquiler, no que simplemente frene las subidas de precios, sino que los baje. Que se exija a la banca la cesión de uso de viviendas de sus parques, destinadas a alquiler asequible y social y que se movilicen viviendas de los 3,9 millones deshabitadas; todas estas las debería gestionar la Empresa Pública, y para frenar los desahucios, más allá de las moratorias y escudos temporales, se deberían aplicar medidas contenidas en nuestra ley que el PSOE rechazó, como el alquiler social obligatorio.
A pesar de la insuficiencia de las propuestas de PPSOE, La PAH constatamos dos cosas. Por un lado, que si el tema está tan candente en boca de todo el mundo es por la gran labor de los movimientos sociales que llevamos años denunciando la situación, empujando para combatirla y acompañando a las famílias para mitigar su sufrimiento. Segundo, que sin el último ciclo de movilizaciones, estos ”avances” y propuestas no existirían.
Estamos ante una emergencia habitacional que ya afecta a tres generaciones, víctimas de unas políticas que solo han utilizado el ladrillo para enriquecer a unos pocos y alimentar la especulación, a costa de más de un millón de desahucios sin alternativas, gente mayor siendo castigada con la pérdida de su vivienda por el mero hecho de ser avalistas, una generación sesgada por la crisis del 2008 y otra que ha encadenado sus efectos con los provocados por una pandemia y constantes conflictos bélicos. Hablamos de personas que han visto truncados sus proyectos de vida, arrebatándoles el poco bienestar que tenían; y de una juventud incapacitada para construir los suyos, por el alto coste de la vida y, sobre todo, de ese pilar para tenerlos, que es una vivienda.
Desde La PAH, con un escudo social insuficiente que solo suspende un desahucio de cada cuatro, y una ley vivienda que no ofrece ninguna alternativa ni solución habitacional real en caso de desalojo, seguimos exigiendo a todos los niveles la regulación del alquiler social obligatorio en función de ingresos, que dé una respuesta real a quienes ven vulnerado su derecho a la vivienda. El alquiler social obligatorio garantiza la vivienda a quien no puede permitirse los precios abusivos del mercado, y responsabiliza a los grandes propietarios, culpables de los precios imposibles a los que nos enfrentamos. Un mecanismo para dar respuesta inmediata a la emergencia que no puede esperar a proyectos pensados a largo plazo. ¿Que vas a perder tu casa con una ejecución hipotecaria? ¡Dación en pago retroactiva y alquiler social! ¿Que no puedes afrontar el precio del alquiler o una renovación abusiva de contrato? ¡Alquiler social! ¿Que la Administración no tiene pisos para las personas en exclusión social? ¡Alquiler social!
En unos tiempos de vidas truncadas por la economía vampírica, que nos sangra y oprime para que los fondos de extracción se lucren y amplíen su imperio de control mundial, no dejaremos de denunciar las rebajas fiscales como premio a quien no cumpla leyes como la regulación del alquiler. A los criminales no se les premia, se les sanciona y se les fuerza a cumplir la ley. La suma de la presión social y los avances gracias a ella, con leyes valientes que no les rindan pleitesía, son la única forma de expulsar a los fondos, como parece ser que está pasando. ¿Que anuncian que se piran porque no les gusta la regulación de alquileres o el alquiler social obligatorio, como han anunciado en Catalunya? ¡Que se piren! Basta de alfombras rojas a estos chupasangres especuladores. Sabemos de todo un sector que se rasga las vestiduras, que saldrán en tropel a decir que los fondos han venido para salvar la economía, que plantean irse retirando por las políticas antipropietarios y pro-ocupaciones catalanas que crean inseguridad. Burdas mentiras del sector neoliberal, que nos quiere en la más absoluta precariedad, para tenernos sometidas a su ideología. ¡Basta de chantaje!
Que los más vampíricos, como Blackstone o Cerberus, hayan anunciado que se van de Catalunya, no puede ser malo. Es un motivo de celebración y una pequeña victoria buscada hace años. Porque en el fondo, digan lo que digan, ¿a quién le gusta la especulación?, ¿a quién le gustan estos fondos, que se lucran de nuestras viviendas, pensiones, residencias, escuelas, hospitales o de nuestro carro de la compra? Necesitamos un futuro desvampirizado, que nos dé la oportunidad de vivir dignamente. Y si Catalunya puede ser un principio, hay que insistir a todos los niveles para que se haga realidad en todo el país. Solo expulsando a los especuladores lograremos el acceso a la vivienda para todas.
Desde La PAH, en cada territorio y en cada una de nuestras asambleas, no vamos a dejar de impulsar movilizaciones y propuestas, hasta lograr aquello por lo que llevamos peleando y trabajando hace años. Vamos a máximos, porque sabemos que solo empujando vamos a conquistar ese derecho tantos años secuestrado: la vivienda.