La PAH participa en el seno de la Coalición Europea de Acción por el Derecho a la Vivienda y la Ciudad, en el encuentro semestral de Cluj Napoca en Rumanía
El derecho a la vivienda es como el horizonte al que nunca se llega. Por eso mismo, nunca
pararemos de encontrarnos para discutir, analizar y encontrar estrategias que nos permitan limpiar el
camino de malas hierbas que impiden el ejercicio de este derecho fundamental a una inmensa parte
de la población. Quizás en esta propia situación podamos encontrar el sentido a nuestros grupos,
colectivos, movimientos… Así es que la Coalición Europea de Acción por el Derecho a la
Vivienda y la Ciudad vuelve a su reunión semestral, esta vez en Cluj Napoca, Rumanía. Una
antigua sinagoga, anteriormente fábrica, nos acoge con toda su historia. Hoy convertida en lo mejor
que puede ser: centro de autogestión cultural muy activo.
Uno de los objetivos intrínsecos de estos encuentros es desde luego el de compartir
experiencias entre los miembros de la Coalición, porque de ellas podemos extraer la sabiduría y la
energía para avanzar en una lucha verdaderamente difícil. A veces las condiciones son tan difíciles
que casi imposibilitan la acción. Como en este año, que debido a las huelgas en Francia la acción
anti MIPIM no pudo ser completa después de todo el esfuerzo realizado.
Perdidos en la regeneración.- ¿Cómo nos organizamos contra la gentrificación en las
ciudades europeas?
Los actores del capital siempre van dos pasos por delante. Bancos, AirBnB, Fondos buitre…
ellos actúan constantemente, no esperan y a nosotras nos toca reaccionar. Incluso contra las
inclemencias del tiempo, que nos caen encima de la mano de la judicatura por la ausencia de
legislación adecuada a los tiempos. Auto organizarse es muy importante. Como también lo es el
contacto con el público fuera de nuestra organización interna. El que nos gustaría que nos observara
en mayor número. Al que nos gustaría llegar con el resultado de nuestros estudios e investigación.
Nuestro mensaje. Da gusto cuando el público responde a nuestra invitación y llena la sala. Porque
no basta con nuestros estudios y tantos otros modos de acción para detener esta progresiva y
creciente desposesión a la que asistimos permanentemente. Somos correa de transmisión que no
puede parar porque la injusticia tiene que ser enfrentada o… avanza sin control y sin piedad. Los
poderes públicos, que debieran defendernos de ella, toman posición y no precisamente por el lado
más desfavorecido, ante las situaciones que la financiarización nos depara.
Hemos asistido a la presentación de un libro que analiza los desahucios por toda Europa y la
manera de enfrentarlos. La tozuda y terrible realidad para quienes sufren la injusticia de quedarse
sin techo parece no ser suficiente mensaje para quienes ejercen en política.
Las compas de Cluj nos han compartido también una dura historia, gracias a la proyección de
un potente documental que cuenta la realidad de una flagrante injusticia cometida contra una parte
de la población discriminada por su pertenencia al pueblo romà. A pesar de que nos deja unos
hermosos ejemplos de empoderamiento personal y colectivo, no nos consuela y no nos
conformamos.
Por eso y por muchas cosas más nos atrevemos a tomar la plaza con nuestras voces y
pancartas. En un 1 de mayo, día del trabajo, aunque los medios oficiales y poderosos no se hagan
eco, hemos clamado por el Derecho a la Vivienda y la Ciudad en Cluj, en Rumanía, en Europa y en
el mundo entero.
Cuando uno vive el presente en un sitio como este, Piata Unirii (Plaza de la Unidad), junto a
tales históricos personajes, no puede escapar a la reflexión: ¿Cómo era entonces el reparto de la
tierra? Cabe una respuesta sencilla: la tierra es de quien la trabaja. Creo que esto formaba parte de la
conciencia colectiva en un tiempo.
¡¡¡Pero ahora no!!! ¡¡¡Ahora asistimos a un proceso de desposesión de la tierra!!! ¡¡¡De la tierra y de
todos los bienes de valor!!! Un fondo buitre, con los ahorros de las personas jubiladas de cualquier país, se
apodera de bienes colectivos en un supuesto ejercicio del derecho a la propiedad privada. Nos
preguntamos qué harían las honradas ahorradoras si supieran lo que estas máquinas de hacer dinero
son capaces de perpetrar en aras del beneficio y a través de la especulación.
¡¡Nos hemos dirigido a las autoridades locales reclamando vivienda social y adecuada!! ¡¡¡YA!!!, porque es desde cada municipio desde donde se debe comenzar a atender esta necesidad y a
promover este derecho.
La última parada ha sido junto a la ópera Magiar. Frente al parque central de la ciudad.
Ofreciendo en todo momento la revista que informa sobre la situación de la vivienda,
nuestra solidaridad con otros movimientos y en otras tierras, hasta el vacío y el silencio final. Nos
vamos con nuestro mensaje al siguiente lugar.