En relación a las declaraciones del presidente de Caixabank Juan Antonio Alcaraz, en las que afirma que “los desahucios son una leyenda urbana, nosotros no hemos desahuciado a nadie”, demuestran la prepotencia de la clase banquera, que se permite desmentir al Consejo General del Poder Judicial, al Instituto Nacional de Estadística, al Banco de España… etc. que facilitan periódicamente datos que demuestran justo lo contrario. Además, miente cuando afirma que su entidad no ha desahuciado a nadie, nada más falso, Caixabank trata de cuidar su imagen corporativa desahuciando a través de las empresas de su grupo Servi Habitat o Building Center, intentando dejar limpia la imagen de Caixabank.
En su delirio, el banquero Alcaraz afirma que las cláusulas abusivas como la suelo, estaban muy claras, y que lo que pasa es que la gente no quiere pagar, que “lo que está bien visto es no `pagar las deuda”s, añade “A los bancos, ha asegurado, no les interesa desahuciar a nadie porque una que vez desahucias y te consigues quedar con la casa”, la tienes que vender. Omite que, con la legislación hipotecaria vigente en España, el banco además de lo que haya pagado el ejecutado, se queda con la casa, la puede vender, pero también se queda con la deuda pendiente tras la subasta, deuda que también puede vender.
Pero olvida también el delirante banquero Alcaraz, los miles de millones de dinero público con el que les hemos rescatado, ignora que ese dinero ha salido de nuestra educación, nuestra sanidad, nuestras pensiones, en definitiva, nuestros derechos.
El banquero Alcaraz es una muestra evidente de la clase de gente que, con la cooperación necesaria de los gobiernos, nos trajeron la crisis y nos impusieron su lógica: todo beneficio, nula responsabilidad y el imperio del abuso. Con refinada táctica se han especializado en el s. XXI hacer realidad la sociedad esclavista: crean dolor y sufrimiento sin límite, se apropian de nuestras horas de trabajo invertidas en la vivienda y perpetúan las deudas de por vida.
El cinismo ante los centenares de miles de desahucios por alquiler, hipoteca y ocupación de buena fe, se acerca peligrosamente a la estrategia “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad” (Goebbels)
Desde la PAH somos conscientes de la necesidad de cambiar las leyes, para eso hemos elaborado la Ley de Vivienda de la PAH, que ya ha sido registrada en el Congreso de los Diputados, y que si es aprobada constituirá un enorme avance en el Derecho a la Vivienda en nuestro país.
La sociedad civil necesita hacer realidad que la vivienda es un derecho humano, fundamental para el disfrute de todos los derechos económicos, sociales y culturales; más allá de mera mercancía con la que traficar.
Es el momento de elegir y ahora nos toca “Dignidad”